Valencia 2003; y M. GÓMEZ-FERRER LOZANO y J. CORBALÁN DE CELIS DURÁN, “La casa del Obispo de Tortosa, Alfonso de Aragón. Un palacio valenciano en la encrucijada entre dos siglos (XV-XVI)”, Ars Longa, 13 (2004), pp. 11-31. 4 Estas ideas fueron expuestas, por ejemplo, en J. PUIG I CADAFALCH, “La maison particulière”, P.Denia[3] [4] (oficialmente en valenciano: Dénia) es un municipio y ciudad española de la Comunidad Valenciana, situada en la costa norte de la provincia de Alicante.Se trata de la capital de la comarca de la Marina Alta.Cuenta con una población de 45 622 habitantes (INE 2023), pero en verano su población puede llegar a quintuplicarse, llegando a los
Elpoeta Aurelio Prudencio las tuvo presentes en su himno VI del Peristefanon (CCL 126, pp. 314-320). Hippolyte Delehaye, que fue un bolandista (Jan de Bolland, siglo XVII, agrupación de jesuitas en Bruselas) de máximo nivel del siglo pasado, sostenía en 1921 que estas Actas son «una pieza única en la hagiografía histórica».
enlas ciudades. Unas ciudades que en el paso del siglo XV al XVI ya habían adquirido un protagonismo semejante al que dos siglos más tarde adquirirían los estados fruto de la
Losllamados planos de alineación recogen las modificaciones realizadas en el callejero histórico de una ciudad con la finalidad de regularizarlo. En España comenzaron a levantarse, en ciudades como Barcelona y Valencia, a mediados del siglo XVIII y se generalizaron en la segunda mitad del siglo XIX. Sus
Engeneral, el trazado callejero de Sevilla en el siglo XVI continuó con la fisonomía de la época islámica, sostenida, en muchas zonas de la ciudad por la presencia de minorías étnicas -moriscos y judios- a los que las leyes pretendieron aislar en algunas collaciones. La Sevilla del siglo XVI no será otra cosa que el producto de la transformación del
Ladevoción popular a la Virgen de la Fuensanta fue creciendo espectacularmente a lo largo del siglo XVIII, de tal modo que la ciudad de Murcia comenzó a invocarla como su “Patrona”. Pero fue, sobre todo, a partir de 1808 cuando autoridades y pueblo invocaron a Dios “por la mediación de nuestra Patrona la Madre de Dios de la Fuensanta”.